Aquella noche santa
Himno al misterio de la Eucaristía
Aquella noche santa,
te nos quedaste nuestro,
con angustia tu vida,
sin heridas tu cuerpo.
Te nos quedaste vivo,
porque ibas a ser muerto;
porque iban a romperte,
te nos quedaste entero.
Gota a gota tu sangre,
grano a grano tu cuerpo:
un lagar y un molino
en dos trozos de leño.
Aquella noche santa,
te nos quedaste nuestro.
Te nos quedaste todo:
amor y sacramento,
ternura prodigiosa,
todo en ti, tierra y cielo.
Te quedaste conciso,
te escondiste concreto,
nada para el sentido,
todo para el misterio,
Aquella noche santa,
te nos quedaste nuestro.
Vino de sed herida,
trigo de pan hambriento,
toda tu hambre cercana,
tú, blancura de fuego.
En este frío del hombre
y en su labio reseco,
aquella noche santa,
te nos quedaste nuestro.
Te adoro, Cristo oculto,
te adoro, trigo tierno. Amén.
Comparte en redes sociales
Oraciones populares
Sigue leyendo
Tal vez podrían interesarte más temas relacionados con tu fe católica.

Padre nuestro
NuevoPadre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan…
Ver Más
Credo Niceno
NuevoCreo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de…
Ver Más
Consagración a María
Nuevo¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco todo a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua,…
Ver Más