El sentido del sufrimiento para el cristiano

Una mirada de fe ante el misterio del dolor

Hablar del dolor y el sufrimiento no es fácil, aunque son realidades que todos enfrentamos, tarde o temprano, y que muchas veces nos descolocan: ¿por qué a mí?, ¿por qué tanto sufrimiento en el mundo?, ¿dónde está Dios cuando duele?

Desde la fe cristiana, no negamos el dolor. Pero lo miramos de una forma distinta: a la luz del Evangelio. Y es allí donde encontramos consuelo, propósito y esperanza.

El dolor y el sufrimiento en la Biblia

La Biblia no es ajena al dolor. Al contrario: está llena de historias de personas que han sufrido profundamente… y han encontrado en Dios su consuelo y su fuerza.

• Job perdió todo, pero nunca perdió la fe. (H3)

• María vio sufrir a su Hijo hasta la cruz.  (H3)

• Jesús mismo lloró, tuvo miedo, sangró, y murió en dolor. (H3)

El dolor y el sufrimiento en la Biblia no son negados ni ignorados: son asumidos y redimidos. Dios no elimina mágicamente el sufrimiento, pero entra en él para transformarlo desde dentro.
«Él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades» (Mt 8,17)

¿Para qué sirve el sufrimiento? ¿Tiene sentido?

Desde la mirada cristiana, el dolor nunca es el fin, sino un medio por el cual Dios puede actuar en nosotros. Aunque no siempre entendamos por qué sufrimos, sabemos que el sufrimiento tiene valor cuando es vivido con fe.

El sufrimiento puede:

• Unirnos a Cristo crucificado

• Hacernos crecer en humildad y confianza

• Purificar el corazón y fortalecer el espíritu

• Inspirar compasión y solidaridad con los demás

• Ofrecerse por la conversión del mundo
  
  

Cuando lo vivimos con amor y entrega, el sufrimiento puede convertirse en oración. En lugar de aislarnos, nos une más al misterio del amor redentor de Dios.

Entonces, ¿cómo enfrentar el dolor como cristiano?

• No huyas: muéstrate a Dios con confianza.

• No sufras: apóyate en la comunidad, en los sacramentos y en la oración.

• Ofrece tu dolor por un enfermo, por un alma, por paz en el mundo, etc.

• Recuerda que Jesús está contigo. Él sabe lo que es sufrir.

El misterio del dolor y el sufrimiento sigue siendo difícil, pero la fe nos da una respuesta que va más allá del “por qué”. Nos da un “para qué”. Y ese “para qué” es siempre el amor.
Porque para el cristiano, ningún sufrimiento es en vano si se vive con Dios.

¿Estás pasando por un momento difícil?
¿Quieres encontrar consuelo en la Palabra y en la oración?
Únete a nuestro canal de WhatsApp y recibe reflexiones que te acompañan en medio del dolor:
Encuentra más contenidos en evangelizacion.mx